viernes, 24 de noviembre de 2023

KRISIUN+BAEST+DEFACING GOD+TRIAGONE-BÓVEDA-BCN-13-NOV-2023



Aunque los brasileños Krisiun son una banda que se ha dejado caer con bastante asiduidad por nuestros escenarios en los últimos años, lo cierto es que un servidor nunca había tenido la oportunidad de ver al trío de Rio Grande Do Sul liderando su propio tour. Con la excusa de presentar su último trabajo “Mortem Solis”, la formación que conforman los hermanos Kalesne, Max (batería) y Moyses (guitarra), junto al vocalista y bajista Alex Camargo, retornaba a la sala Bóveda de la Ciudad Condal tras su última visita junto a Nile hace algo menos de un año. Evidentemente, el trío lleva años trabajándose a la audiencia de la capital catalana, y eso se reflejó en una sala que registró una concurrida entrada. Además como compañeros de viaje los brasileños contarían con el concurso de los belgas Triagone, los sinfónicos daneses Defacing God, y los death metaleros Baest, conformando una variada tripleta que se encargó de amenizarnos la espera y calentar el ambiente hasta que saltó a escena el plato fuerte de la noche.

Los primeros en pisar el escenario ante una sala todavía muy poco concurrida fueron Triagone. Pocas referencias previas tenía de la banda que lidera la frontwoman brasileña Lorena Moraes, pero lo cierto es que el quinteto supo captar la atención de un público que, poco a poco, se fue animando y metiendo en el show. Aunque la banda tiene una trayectoria relativamente corta, se formaron en 2019, durante su descarga se dedicaron a darle un exhaustivo repaso a su Ep de debut “Sem Papyrvs”.


Un detalle que me gustaría destacar de los belgas es que su aplastante death metal salpicado de múltiples pinceladas técnicas y altas dosis de virtuosismo se vio un tanto deslucido especialmente durante los compases iniciales del show ya que las guitarras sonaron un poco bajas de volumen. Sin embargo, la entrega de Lorena sirvió para que la pegada de la banda fuera totalmente despiadada. Con el sonido ya algo más matizado pudimos disfrutar de las excelentes dotes técnicas del guitarrista francés Lou-Indigo Caspar, quien por cierto también se encargó de darle la replica a la vocalista brasileña en más de una ocasión, logrando que temas como “Novvs Ordo Seclorvm” o “De Beata Vita”, sonaran de lo más agresivos y devastadores.

He de reconocer que en algunos momentos la propuesta del combo belga me dejó algo descolocado, ya que tras un fulgurante arranque nos sorprendieron con el peculiar ritmo percusivo que se encargó de dar el pistoletazo de salida a “Imperivm In Imperium”, que con su abrasivo ritmo nos invitaba a ejercitar las cervicales para acabar consolidándose como uno de los temas más directos que tocaron. Y es que si algo caracterizó las composiciones de Triagone fueron los constantes cambios de ritmo y ambientación, tal y como quedó plasmado en temas como la imponente “Abyssvs Abyssvm Imvocat”, tras la que se marcharon dejando una muy grata impresión.


Los siguientes en tomar posiciones en una sala que fue tomando colorido a medida que avanzaba la tarde fueron Defacing God, quienes hace apenas unos meses ya se habían dejado caer por aquí para presentar en sociedad el que hasta el momento es su único largo: “The Resurrection Of Lilith”. Al igual que sucediera con los encargados de abrir la velada, los daneses también contaron con la presencia de una frontwoman, Sandie The LilLith, que fue quien ejerció como anfitriona durante toda la descarga.

Aparecieron en escena para posicionarse de espaldas al respetable mientras sonaba una inquietante introducción. Aunque no tardaron mucho en darse la vuelta para dejarnos ver sus rostros maquillados mientras daban buena cuenta de la inicial “The Invocation Pt.1 “Lilith”, asentando las bases de una particular propuesta que mezcló death metal con algunos pasajes de corte blacker. Además otra de las particularidades de su sonido fue el solape de los registros vocales de Sandie y los del bajista Rasmus Much en cortes como “The Resurrection”; que arrancaba comandada por una brutal acometida de batería para acabar invitándonos a transitar por algunos pasajes más melódicos mientras Sandie buscaba la complicidad de las primeras filas.

Aunque no puede decirse que el sonido de la formación danesa sea innovador, lo cierto es que las influencias de bandas como Cradle Of Filth o Rotting Christ se dejaron notar con fuerza en latigazos humeantes y apocalípticos como “The End Of Times”. Pero no todo iba a ser velocidad y brutalidad extrema, ya que tampoco faltaron los riffs más marcados que nos conducirán a través de ese torbellino death metalero que lleva por título de “Echoes From Fulda”.

Sin apenas darnos tiempo para recuperar el aliento el quinteto nos mostró su faceta más misteriosa y diabólica durante el camaleónico “Rise Of Trinity”; que arrancaba lentamente, -casi como si fuera un mantra-, para explotar e invitarnos a descender hasta las puertas del mismísimo Infierno. El ritmo bombardeante y majestuoso de “The Invocation Pt. III “Abyzou”, nos anunciaba que estábamos llegando a la recta final del show.

Pero antes de que el combo danés diera por concluida su presentación tendríamos ocasión de deleitarnos con lo que fue su segundo single, y el tema con el que muchos les descubrimos “Succumb The Euphoria”, que nos dejaba a una banda completamente desatada mientras Sandie se encargaba de ejercer como el perfecto nexo de unión entre sus compañeros y el respetable. El acto final, y la rúbrica definitiva para su show, fue precisamente el tema que cierra su aplastante debut “Into The Mist Of Memories”, tras el que se marcharon dejando al personal con un buen sabor de boca y con la sensación de haber captado a nuevos adeptos para su causa.


Si las primeras descargas de esta tarde/noche de lunes, Triagone y Defacing God, estuvieron marcadas por la mezcolanza de varios elementos de diferentes estilos, con la llegada de Baest el decorado cambio por completo. El combo danés lleva en activo algo menos de una década pero su actividad ha sido frenética. Además estilísticamente hablando lo suyo es el death metal influenciado por las bandas más seminales y “old school” de la escena de finales de los ochenta y principios de los noventa, y eso se notó no solo en el aspecto musical sino también en el estético con los músicos luciendo camisetas de Obituary o de los propios Krisiun.

El quinteto de Aarhus se mostró en todo momento como una máquina perfectamente engrasada de escupir riffs corrosivos y letales junto al carisma y el buen rollo que transmitió su alocado frontman Simon Olsen, que no paró de hacer headbanging, animar, recorrer la barra del local como si fuera una zona más del escenario, y de grabar con su teléfono a todos los presentes mientras desparramaban siguiendo trallazos incontestables como “Child´s Anthem” y “Genesis”.

Si frenética fue la actividad sobre el escenario, con una banda que desparramando a sus anchas y que no paró de ejercitar las cervicales, en las primeras filas también pudimos palpar la excitación propia de cuando la gente se lo está pasando en grande, con lo que los pogos y los circle-pits fueron una constante haciendo que la iracunda y thrashera “Meathook Massacre”, se acabara convirtiendo en uno de los momentos más candentes de la velada. Evidentemente, en el repertorio de esta noche no faltó algún recuerdo a lo que ha sido hasta el momento su ultimo lanzamiento en formato de EP “Justitia”, que vio la luz a mediados del pasado 2022, dando buena cuenta de “Eccleasia”.

Como buenas “fieras de directo” la banda no se olvidó de pedir una cálida ovación para todos los participantes en el presente tour antes de encarar la recta final del show con esa bofetada sonora que lleva por título “Necro Sapiens”. En definitiva que la descarga de Baest fue toda una fiesta, con el personal completamente revolucionado ante las evoluciones de una banda que le dio todo y a la que se le vio disfrutar. Y es que lamentablemente cada vez son menos las bandas que transmiten sobre el escenario. Afortunadamente, mientras existan bandas como Baest, el metal tendrá razón de ser. Y si no me crees te invito a que veas los videos que la banda ha colgado en sus redes sociales a modo de resumen de su paso por nuestro país, y ahí podrás ver como consiguen conectar con sus seguidores y hacer que el recinto en el que tocan se convierta en un auténtico desmadre.


Lamentablemente cada vez es más habitual que las bandas cuando salen de gira se dediquen a ofrecer el mismo show milimétricamente en cada uno de los locales en los que descargan, ofreciendo siempre el mismo repertorio y sin dejar ningún margen para la improvisación. Y eso no solo es perjudicial para el público que acaba viendo un show frío y sin alma, sino también para los propios músicos que acaba viviendo las descargas como “un día más en la oficina”. Traigo esto a colación porque el setlist que Krisiun tenían pegado en el escenario poco tuvo que ver con el que finalmente interpretaron, y no es que no tacaran los temas, sino que no respetaron el orden y lo fueron cambiando sobre la marcha, teniendo en cuenta el estado de animo del respetable. Y eso, como decía, es algo cada vez menos frecuente en los conciertos.

Sea como fuera, los death metaleros brasileños son unos asiduos a los escenarios de nuestro país. Les hemos visto descargas en diferentes salas y con diferentes acompañantes. Sin embargo, para el show de esta noche ellos eran el plato fuerte. Así que decidieron engalanar el escenario con un gran telón de fondo y sendas pancartas laterales que hacían referencia a la portada de su último lanzamiento “Mortem Solis”. Desafortunadamente el sonido les jugó una mala pasada durante los compases iniciales del show, ya que su brutal apertura con una carta ganadora como “Kings Of Killing”, se vio lastrada por un sonido de guitarra que quedó totalmente sepultado bajo la rotundidad avasalladora de su implacable sección rítmica. Parecía que la cosa pintaba en bastos. Algo raro si tenemos en cuenta que las descargas previas habían sonado bastante bien en líneas generales.

Afortunadamente, la situación se solventó rápidamente. Así que tras mover algún botón en la mesa la cosa mejoró notablemente cuando el trío se embarcó de lleno en “Combustion Inferno”. Tan sólidos como siempre, tan implacables como nos tienen acostumbrados, Krisiun volvieron a demostrar porque se han convertido en una apisonadora en directo. Quizás no sean los más técnicos, ni tampoco los más populares, pero a base de picar piedra han logrado granjearse una fuerte base de seguidores que no dudaron en acompañarles a la hora de levantar los cuernos al aire mientras daban buena cuenta de la épica “Swords Into Flesh”, que fue la elegida para realizar una primera escala en su última entrega discográfica.

Poco importó que el tema que interpretaba la banda fuera de su última época o de sus primeros años, y es que si algo tiene el catálogo del trío gaucho es que es tan sólido como una roca. De modo que la entrega y el movimiento en las primeras filas no se detuvo a la hora de atacar andanadas como la que prestaba titulo a su obra de 2018: “Scourge Of The Enthroned”. Una vez más, fue Alex Camargo quien se encargó de los parlamentos con un más que correcto castellano, haciendo que el respetable se animara a levantar sus cuernos al aire cuando anuncio que había llegado el momento de otra de las que no suele faltar en ninguna de sus descargas “Ravager”.

Una nueva mirada al pasado nos haría remitirnos al efectivo “Vegeance´s Revelation”, que fue precedido de los cánticos futboleros del respetable tras el novedoso “Necronomical”, que se acabó convirtiéndos en la excusa perfecta para que se desatara la locura en unas primeras filas que a estas alturas del show estaban ya completamente enloquecidas ante el recital death metalero que nos estaban brindando unos Krisiun que se estaban mostrando absolutamente intratables.

Contando con el fervor de unos seguidores que no desaprovecharon la ocasión para corear el nombre de la banda entre tema y tema, Alex se encargó de agradecernos nuestra presencia y de comentarnos que, una vez más, era un honor tocar en nuestra ciudad. En cualquier caso, el mejor regalo que el trío podía tributar a sus seguidores era su abrumador ataque death metalero. Así que para el ambiente no decayese en el recinto que mejor que confiar en la iracunda pegada del implacable y seminal “Blood Of Lions”. No sería este el único guiño que se permitieron a su obra de 2011, “The Great Execution”, ya que durante la velada también tuvimos ocasión de deleitarnos con “Descending Abomination”.

Como ha venido siendo norma habitual en sus ultimas visitas a la Ciudad Condal, esta noche tampoco faltó el homenaje a uno de los más grandes, y es que Alex se encargó de señalar la foto de Mr. Kilmister que hay en la sala Bóveda antes de presentar su particular cover del clásico de Motörhead: “Ace Of Spades”, para el que esta noche contaron con la presencia de Simon Olsen, vocalista de Baest, que salió a pecho descubierto, y que como anécdota se equivocó en una de las entradas. En cualquier caso, el cover quedó de lo más auténtico y divertido, contando ademas con el incondicional apoyo de una sala que cantó como si le fuera la vida en ello.

Tras un breve parón que sirvió para calmar los ánimos del personal tocaba enfocar la recta final del show dando paso a la sobriedad de la grandilocuente y épica “Apocalyptic Victory”. Aunque el broche definitivo para su descarga corrió por cuenta de ese imparable himno que lleva por título “Black Force Domain”, tras la que el trío se retiro acompañado de cánticos futboleros y dejando la promesa en el aire de que no tardarían en volver. Una vez más, Krisiun volvieron a demostrar sobre el escenario que son una apuesta segura de cara al directo. Quizás sea difícil que consigan superar su techo. Pero lo que nadie puede discutirles a Krisiun es la solvencia, autenticidad y potencia de una banda que lleva más de tres décadas asolándonos con su seminal death metal.




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