Las despedidas acostumbran a tener un regusto amargo. Durante la última década Reaktion se han postulado en repetidas ocasiones como uno de los valores emergentes dentro de la escena thrasher catalana. Avalados por la solvencia de una sólida producción discográfica, que engloba cuatro magníficas entregas de estudio, -“Blackmailed Existence” (2016), “Learning To Die” (2019), “To Expect Nothing” (2021) y “Justice Flies” (2024)-, y la solvencia de unos directos potentes y arrolladores, la formación catalana tomaba la difícil decisión de cesar en su actividad. Pero antes de que los miembros de la banda dieran por concluido este capítulo, Reaktion convocaron por última vez a sus seguidores e incondicionales en la sala Upload de Barcelona para despedirse por todo lo alto proponiéndonos un extenso show en el que interpretaron íntegramente su última entrega de estudio, además de repasar algunos de los temas más destacados de sus anteriores trabajos. Para tan emotiva y señalada cita Reaktion contaron con el respaldo de una banda joven que, de alguna forma, está llamada a recoger el testigo y ser punta de lanza del thrash catalán como son Radity. Mientras que para completar el cartel contaríamos con la presencia de Illusion, quienes aprovecharon para desplegar todo su potencial, -cañero y melódico a partes iguales-, repasando los mejores momentos de su más reciente “Stages Of Self-Destruction”, aunque sin olvidarse de algún guiño a lo que fue su anterior “Born In Technology”.
Los encargados de dar el pistoletazo de salida a la velada eran los jovencísimos Radity. A nadie se le escapa que ellos han sido uno de los grandes animadores dentro de la escena catalana en los últimos meses, y es que durante este verano les hemos visto tocar en certámenes tan prestigiosos e importantes como el Barcelona Rock Fest y el Wacken Open Air, donde representaron a nuestro país. Sin duda esto ha sido para ellos una excelente carta de presentación, pero no nos engañemos el cuarteto es un incontrolable torrente de furia y rabia thrashera, tal y como dejaron plasmado en lo que hasta el momento es su única grabación oficial, el EP “Fire At Will.
En cualquier caso Radity han conseguido llamar la atención y calar dentro de la audiencia barcelonesa, y la mejor prueba fue ver el fantástico aspecto que presentó el local desde primera hora de tarde, algo poco habitual en las descargas que se suelen celebrar en las salas de la capital catalana. Otro detalle a destacar, y que me pareció altamente positivo, fue ver a gente muy joven copando las primeras filas, lo que parece indicar que el thrash metal todavía no ha perdido la capacidad de conectar estrechamente con las nuevas generaciones.
En cuanto a lo que fue la descarga de Radity fue una auténtica locura. Al igual que sucediera en las anteriores ocasiones en que un servidor ha tenido ocasión de verles, el cuarteto salió a por todas, con el cuchillo entre los dientes y dispuesto a arrasar con todo a su paso, respaldándose en la demoledora potencia de sus fulgurantes riffs y la contundente e impetuosa pegada de su sección rítmica, tal y como dejaron patente durante el primer trallazo de la noche: “World Of Violence”.
Pese a la insultante juventud de sus integrantes, lo cierto es que las influencias del cuarteto están fuertemente arraigadas en el thrash metal más clásico, y no solo en lo musical, ya que la forma de moverse y moshear sobre el escenario del guitarrista Pau Grané, a más de uno nos recordó al mítico Scott Ian de Anthrax. Por supuesto que el grueso de su escueta presentación estuvo centrado en las composiciones de su EP debut, con lo que no faltaron piezas como “Bomb Of Hate”. Especialmente reseñable me pareció su aniquiladora versión del clásico de Sepultura “Arise”, con Daniel Carmona rugiendo intensamente mientras su compañera, la bajista Carla Rodríguez, movía incansablemente la cabeza.
Pese a haber tenido un verano de lo más ajetreado la banda no ha dejado de trabajar en su material, así que según nos comentó Daniel le han dado una vuelta de tuerca al tema “Bringers Of Madness” antes de entrar próximamente en el estudio a regístralo. Otra de las dejó clara cuáles eran sus inquietudes fue su adaptación del “Raining Blood” de los maestros Slayer. Como comenté anteriormente, la banda se ha curtido este verano sobre las tablas, y mucho. Así que mientras se solucionaba un problema con la guitarra de Pau el resto de sus compañeros se arrancaron con un fragmento del “Territory” de Sepultura.
Antes de encarar la recta final del show la banda fue aclamada por sus seguidores. Así que tras darnos las gracias por nuestro apoyo, el cuarteto se abalanzó de lleno sobre la corrosiva y humeante “Just Kill”, que con sus contagiosos coros se convertía en el perfecto colofón para este primer asalto de la noche. Impetu, calidad, actitud y juventud, Radity lo tienen todo para ser uno de los nuevos referentes thrasheros entre las nuevas generaciones. Aunque, personalmente, creo que todavía tienen que encontrar el punto de pausa que les permita dosificar y canalizar tanta rabia y furia.
Tras un rápido cambio de equipo no tardarían mucho en tomar posiciones sobre el escenario los chicos de Illusion. A diferencia de lo que sucediera con los encargados de abrir la velada, los barceloneses llevan ya un largo recorrido a sus espaldas, ya que desde que dieran sus primeros pasos allá por 2017 han publicado un par de Ep’s y sendos largos, siendo el último de ellos “Stages Of Self-Destruction”, -que vio la luz de forma independiente a finales del pasado mes de mayo-, en torno al que se cimentó su repertorio de esta noche.
Si durante la descarga de Radity, tuvimos ocasión de disfrutar del directo de una banda con mucho empuje, actitud y voracidad thrashera, durante la presentación de Illusion pudimos deleitarnos con el buen hacer de una banda con muchos toques técnicos en unas composiciones que alternaron diferentes cambios de ritmo y en donde pudimos disfrutar tanto de pasajes muy cañeros como de otros en los que predominó el buen gusto y el excelente trato a la hora de adentrarse en tesituras más melódicas. Además, Illusion dejaron patente que no son una banda más dentro de la escena thrasher catalana, ya que durante el show su guitarrista y vocalista, Uri Yerga, nos deleitó con varios poemas a modo de introducción de muchos de los temas que sonaron. Otra curiosidad fue que regalaron rosas a los presentes, y también propusieron cambiar el habitual “Wall Of Death” por un “Wall Of Love”, invitando al personal a que cambiara empujones y coces por abrazos fraternales.
El inicio de la descarga de Illusion pilló a más de uno que había salido a tomar el aire por sorpresa. Sin embargo, la banda se mostró rotunda, sólida y certera desde que se posicionaron sobre el escenario para invitarnos a menear la cabeza siguiendo los humeantes riffs de la inicial “Stages Of Self- Destrucion”, que nos dejaba a un cuarteto sólidamente posicionado, y que no dejó de dar caña aunque sin perder en ningún momento ese atractivo filo melódico que aportaron las guitarras de Uri Yerga y Richard Lionheart. Sí, por supuesto, todos sabemos que en el thrash metal hay mucho de “muerte y destrucción”. Sin embargo, los chicos de Illusion mostraron una vertiente crítica y muy concienciada en muchas de sus letras, tal y como demostraron en temas como “A World Reduced To Dust”, que nos envolvía con sus atenazantes melodías mientras un par de pelotas “danzaban” de punta a punta del local.
Habiéndonos ofrecido una buena muestra de su material más reciente, y tras los pertinentes saludos, era un buen momento para proponernos una primera incursión en lo que fue su anterior entrega de estudio ,“Born In Technology”, para dar buena cuenta de los ritmos rotundos e implacables que propulsaron “Masters Of Disaster”. Por supuesto que a lo largo de su descarga tampoco faltaron esos guiños al heavy metal más clásico con las guitarras que nos flanquearon el paso hacia “Flaying Skin”. Nuevamente el cuarteto volvería a acelerar el paso para volver a mostrar su vertiente más ácida y netamente thrashera con un “White, Men & Christian”, que personalmente fue de las que más me gustaron, además de ser una de las que más movió al respetable.
Fue durante el siguiente tema, - el segundo recuerdo que se permitieron a su primer largo-,”Titans Of The New World”, cuando la banda aprovechó su arranque, comandado por un riff cortante, para montar el ya mencionado “Wall Of Love”. Curiosamente, lo que menos me acabó de convencer del show del combo barcelonés fue el tema que interpretaron en castellano: “El Rey Del Vertedero”, con un sabor añejo y que me recordó mucho a aquel heavy metal patrio, crítico y combativo que se hacía a principios de la década de los noventa.
El retorno sobre su fórmula habitual llegaría de manos de “The Pulse Of The Machine”, regresando al thrash más certero y melódico que marcó prácticamente toda su descarga. El nivel de intensidad continuaría en ascenso durante “Downfall Of Wealth”, alternando la pegada de su vertiginoso estribillo con unos desarrollos más crujientes y mosheantes. Para poner la guinda a su descarga, y precedida de un poema de Miguel Hernández y el reparto de rosas entre las primeras filas, llegaba la definitiva “Bella Ciao”. Siempre resulta agradable escuchar la propuesta de una banda que sin separarse diametralmente de lo estandartes del thrash metal está dispuesta a proponer cosas diferentes a lo que suele ser la norma habitual entre las formaciones del género.
Eran los indiscutibles protagonistas de la velada. Tras una trayectoria de prácticamente una década en la que el combo catalán nos ha dejado cuatro fantásticos trabajos, Reaktion ponían esta noche el punto y final a su andadura. Puede sonar a topicazo, pero sinceramente pienso que la banda toma esta difícil decisión tras publicar el que probablemente sea su mejor trabajo “Justice Flies”: una obra conceptual basada en “Las Moscas” de Jean-Paul Sastre. No suele ser muy habitual que una banda thrasher presente una obra conceptual, pero no nos engañemos todos los que hemos seguido la trayectoria de Reaktion sabemos que la banda tiene un sonido propio y una personalidad única y muy marcada. Además, esta noche tan especial, en la que la banda decía adiós muy bien acompañada de seguidores, familiares y amigos, tendríamos ocasión de escuchar de forma íntegra este último trabajo durante lo que fue la primera parte del show. Mientras que durante la segunda, en plan fin de fiesta total, y contando con ex-miembros de la banda y la participación de buenos amigos, tendríamos ocasión de volver a escuchar algunos de sus temas más representativos y emblemáticos, amén de un par de versiones de bandas que les han influido y que siempre han tenido cabida en sus repertorios.
Ante una sala que acabó registrando unas tres cuartas partes de su aforo, y después de que tanto Radity como Illusion hubieran caldeado el ambiente a base de bien, llegaba el momento de que Reaktion hicieran suyo el escenario para poner el punto y final a su andadura con un show monumental que sirviera para dejar tanto a sus seguidores, como a los propios músicos, con un buen sabor de boca. En las diferentes ocasiones que un servidor ha tenido ocasión de verles en directo, -que han sido unas cuantas a la lo largo de estos diez años-, Reaktion nunca me han defraudado, siempre se han mostrado como una máquina implacable y poderosa de facturar corrosivo y aniquilador thrash metal. Y esta noche no fue una excepción. He de reconocer que tenía mucha curiosidad de comprobar como los catalanes iban a estructurar el show, y como se las iban a ingeniar para insertar en el repertorio sus nuevas composiciones. Pues bien, como ya comenté, la banda destinó la primera mitad del show a tocar de forma íntegra y en el mismo orden “Justice Flies”.
Acompañados de una calurosa y emotiva ovación, y mientras de fondo sonaba la alocución “Overture”, los miembros de la banda tomaban posiciones para rápidamente adentrarnos en “The Arrival In Argos”, que tras unos compases iniciales más lentos encendía la espita del thrash metal más rotundo, aplastante y explosivo. Lo primero que llamó la atención fue el volumen al que sonó una banda que se mostró intratable, enchufada al máximo desde el mismo arranque, con los músicos moviéndose incansablemente por todo el escenario, contagiando ese ímpetu a un público que no paró de danzar y de corear con el puño en alto el rotundo estribillo del corte inicial, o de hacer headbanging mientras el quinteto nos pasaba literalmente por lo alto con ese tornado sonoro que lleva por título “The Confession Of Magnicide”.
No había tiempo que perder, Reaktion no querían que la interpretación de “Justice Flies” perdiera el hilo conductor propio de las obras conceptuales. Quizás por ello las presentaciones entre temas fueron muy cortas. Sin embargo, su hiperactivo y alocado frontman, Iván Lara, tuvo tiempo de espolearnos para que “quemáramos” el local. Así que el ritmo del show fue absolutamente implacable, con lo que no tardaron en llegar trallazos hirientes y certeros como “The Party Of The Death”, en la que sin perder ni un ápice de potencia e intensidad la banda mostraba su vertiente melódica. En cualquier caso, no sería justo centrar nuestro objetivo únicamente en la tralla, la potencia y la intensidad que desplegaron Reaktion sobre las tablas, ya que en temas como “The Will To Escape”, pudimos disfrutar de su maestría a la hora de afrontar sus diferentes cambios de ritmo y del talento de Álvaro de Prado al atacar sus partes solistas.
Acto seguido los componentes de la formación catalana abandonarían momentáneamente el escenario mientras sonaba “enlatada” “Interlude”. Por si no habíamos tenido suficiente velocidad y agresividad, la batería de Xavi F. Vidal sonó absolutamente desbocada durante “The Fallen Of The Mask”, que fue la escogida para que Iván nos espetara algunos de los registros más agresivos y salvajes de la velada mientras la banda apretaba aún más los dientes para acelerar el paso al máximo. No hubo tregua, ya nos lo habían anunciado, Reaktion venían dispuestos a tirar el local abajo. Este era su último concierto, y querían aprovecharlo al máximo. De modo que Iván se tornó una fiera indomable durante “The Revenge At Last”, golpeándose con el micro en el pecho y posteriormente en la cabeza.
Precisamente el frontman fue quien se dirigió desafiante a la audiencia para preguntarnos si todavía queríamos más. Y, lógicamente, la respuesta del respetable fue positiva. Así que el quinteto volvería a armarse para dar buena cuenta del más melódico, aunque igualmente cañero, “The Everlasting Fight”. A renglón seguido sería Gufy quien se encargó de recabar todo el protagonismo al proponernos el rotundo e implacable riff de “The End”, que fue creciendo en fuerza e intensidad hasta convertirse en un huracán incontrolable de rabia thrashera que acabó con el bajista Edgar Toro corriendo en círculos junto al público para protagonizar un final rotundo y absolutamente delirante, dando así por concluido el capítulo dedicado a su su último lanzamiento: “Justice Flies”.
Con el respetable coreando incansablemente el nombre de la banda, y tras darnos unos segundos de tregua para recuperar el aliento, tocaba agradecernos nuestro apoyo durante todos estos años. Llegaba el momento de empezar con las sorpresas. Y la primera no podía ser más suculenta, ya que para la interpretación del siguiente tema “111”, -que era el número de su local de ensayo en sus inicios-, Reaktion contaron con la formación que grabó su primer disco, “Blackmailed Existence”, con lo que aparecieron en escena el bajista Dani Ruiz y el guitarrista Ramón Garcia. La locura fue total, y la conexión absoluta e incontestable con un público que coreó su arrollador y pegadizo estribillo como si no hubiera mañana mientras Iván enloquecía sobre el escenario. Para el siguiente tema ,“The Great Citizen”, regresaría a escena el guitarrista Álvaro De Prado, y de alguna forma pudimos apreciar la evolución que sufrió en poco tiempo el sonido de la banda, ya que si “111” fue un golpe directo y certero, “The Great Citizen” mostró su apuesta por unas estructuras más complejas y sofisticadas, enlazando clasicismo thrashero con algunos guiños y ticks más extremos.
Con su formación actual de nuevo sobre las tablas, -la que ha grabado sus dos ultimas entregas de estudio-, llegaba otra de las sorpresas de la noche. Los que conocemos a Reaktion sabemos que Metallica siempre han sido una de sus bandas de cabecera. Casi siempre en sus descargas ha caído algún cover de “Los Cuatro Jinetes”. Pues bien, esta noche tan especial no iba a ser una excepción. Así que para interpretar el mítico “Whiplash”, se sumarían a la fiesta: July de Crisix, Uri de Illusion y Pau de Radity, dejando patente la buena sintonía y el buen rollo entre las bandas que conformaban el triple cartel de esta noche. Así que, como no podía ser de otra forma, la sala se convirtió en un desmadre absoluto, con Pau saltando varias veces sobre un público que a estas alturas de la velada parecía ya poseído y totalmente fuera de control.
El ambiente estaba muy caldeado. La gente tenía muchas ganas de fiesta y, como no, de thrashear como posesos. Tocaba pues realizar una primera incursión en lo que fue el tercer largo de la banda “To Expect Nothing” para que el quinteto nos asestara un golpe directo que casi nos noqueó por completo, y es que “H.K.K. (Human Kind Kill)”, con su velocidad supersónica y sus coros apabullantes fue un compendio de clasicismo thrashero en toda regla. Sería este tema precisamente el que nos abrió la puerta a ese tercer largo que vio la luz a mediados de 2021, ya que la siguiente en caer fue “The Immortal Unreason”.
Velocidad, caña, actitud. No cabe duda, de todo eso Reaktion han andado siempre sobrados. Sin embargo, los que piensen que la banda no tenía más recursos, no podían estar más equivocados. Y la prueba palpable la tuvimos con un tema como “Obsessions”, en el que la banda se apartó de lo que podríamos denominar como su zona de confort para abordar unas ambientaciones y tesituras más envolventes y atmosféricas. Mucho mas concisa y directa sonó la propia “To Expect Nothing”, que volvía a hacer subir el nivel de intensidad del respetable.
Lamentablemente el show estaba encarando su recta final. Pero antes de despedirse definitivamente, Reaktion todavía volvieron a reclamar la presencia de sus ex-compañeros para brindarnos un fin de fiesta absolutamente arrollador, que dejó tanto al público como a todos los que han formado parte de la banda con una amplia sonrisa dibujada en el rostro, destripando trallazos como el netamente thrashero “Blackmailed To Existence”, que ponía a todo el personal a cantar; el hiriente y delirante “Paraphilia”. Mientras que la rubrica definitiva, con parte del público compartiendo espacio con los músicos, corrió por cuenta del inevitable “Blitzkrieg Bop”, que tradicionalmente siempre ha cerrado sus conciertos provocando el desmadre de todo el personal.
Fue su última descarga, y sin duda el mejor punto y final para una banda como Reaktion que sinceramente creo que hubiera merecido más atención y repercusión dentro de la escena nacional. Ellos lo intentaron, pusieron todo de su parte, firmando cuatro trabajos excelentes y realizando conciertos por nuestro país, -tanto solos como acompañando a bandas internacionales-, amén de realizar varias incursiones más allá de nuestras fronteras. Sea como sea, ellos han decidido dejarlo. Así que ahora solo queda que la gente descubra sus trabajos y que acaben obteniendo, aunque sea tarde, el reconocimiento que sin duda merecen. ¡Grandes!
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