martes, 30 de septiembre de 2025

WOLFHEART+BEFORE THE DAWN-WOLF-BCN-22-SEP-2025

 

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El año 2012 marcó un punto de inflexión en la carrera de Tuomas Saukkonen, ya que fue cuando anunció que dejaba aparcados sus diferentes proyectos para centrar todos sus esfuerzos en una “nueva criatura”. Wolfheart fue el nombre escogido, y aunque poco a poco Mr. Saukkonen fue retomando su incesante actividad, lo cierto es que la carrera de la banda ha sido de lo más prolífica y productiva. El motivo de su nueva visita a tierras catalanas era la presentación en sociedad de su más reciente lanzamiento “Draconian Darkness II”, que vio la luz a mediados de este mismo mes de Septiembre como secuela de lo que fue su último largo publicado hace prácticamente un año. El lugar escogido para albergar su descarga fue una sala Wolf que acabó albergando un buen ambiente pese a estar fijada la cita para un lunes. Como acto previo antes del desembarco de Wolfheart contaríamos con la presencia de Before The Dawn, una de las bandas en donde también milita  Mr. Saukkonen, encargándose de la batería, quienes aprovecharon para dar a conocer ante sus entregados seguidores algunas de las composiciones que conforman su recién estrenado “Cold Flare Eternal”.


Aunque la banda ha publicado dos largos en este último lustro, “Stormbringers” (2023) y “Cold Flare Eternal” (2025), junto al vocalista Paavo Laapottim, -que sorprendió a más de uno con la polarización de un registro que alternó rugidos y guturales cavernosos con líneas impolutas y melódicas-, para encontrar los orígenes de Before The Dawn hay que remontarse hasta finales del pasado milenio. Sin embargo lo que no ha cambiado, pese a los cambios de formación, es su apuesta decidida por el death metal melódico salpicado de pinceladas gothic.


No era esta la primera vez que Before The Dawn se dejaban caer por los escenarios de la capital catalana y eso se notó en la acogida y la entrega de un público que les apoyó al máximo, mostrando su respaldo desde que la banda tomó posiciones tras una inquietante introducción para abrir fuego con la novedosa “As Above, So Below”, que servía para que el cuarteto esparciera su semilla de oscura rotundidad con un sonido rotundo, aplastante, poderoso, y en el que destacó la brutal pegada de Mr. Saukkonen. Me sorprendió mucho esa estudiada frialdad que transmitió el combo finlandés, dedicándose a machacar temas como el imponente “Fatal Design”, sin que apenas hubiera presentaciones ni charlas entre tema y tema.


En cualquier caso, eso no pareció importar a un público que sabía a lo que venía, y que parecía tener claro que lo realmente importante era la música. Así que cuando la banda miró por primera vez al material que facturaron en su primera etapa con la épica “My Darkness”, las entusiastas primeras filas se dejaron notar con fuerza mientras Paavo Laapotti, encuadrado la parte frontal del escenario, agitaba sus larguísimos tirabuzones. Aún más atrás en el tiempo, concretamente hasta lo que fue su cuarta entrega de estudio, “Deadlight”, nos invitaron a transitar los finlandeses durante “Faithless”, que teñía la sala de esa melódica oscuridad que se vio refrendada  por los puños en alto y los “oes” de unos seguidores que se sumergieron  de lleno en su descarga.


Precisamente sería la batería de Mr. Saukkonen la encargada de envolvernos hasta adentrarnos en las atmósferas más opresivas, melódicas e inquietantes de “Dying Sun”, que dejaba que fueran las líneas de bajo las que se encargaran de conducir sus estrofas para posteriormente elevarnos sobre su emocional torrente sonoro. No tardarían en dar un enérgico golpe de timón al show, ya que la siguiente en sonar, también rescatada de “Soundscape Of Silence” fue “Monsters”, que arrancaba contando nuevamente con el apoyo del personal para poco a poco ir envenenándose y acabar plasmando la dualidad de una propuesta que combinó de forma magistral diferentes elementos e intensidades.


La vuelta a lo que es su última etapa  llegaría de manos de “Downhearted”, que de  alguna forma servía para que pudiéramos apreciar la evolución que ha seguido el sonido de la banda en los últimos años. Un nuevo cambio de registro serviría para que el cuarteto sacara músculo y nos pasara literalmente por lo alto con ese desgarrador ataque metalero que lleva por título “Shock Wave”, alternando pasajes más crujientes y reptantes con salvajes acometidas en las que el cuarteto pisó el acelerador al máximo para acabar recabando la cerrada ovación de un personal que estaba disfrutado al máximo del show.


Para encarar la recta final de su presentación Before The Dawn nos propusieron las envolventes y gélidas melodías que se encargaron de anunciarnos la llegada de  “Deathstar”, combinando su flema más netamente heavy metalera y su gusto por el death melódico. Para rubricar su fantástica descarga Before The Dawn nos ofrecieron una doble ración de “Deadlight”, proporcionándonos “carnaza” para que nos moviéramos como posesos durante “Wrath”. Mientras que la despedida definitiva llegó con ese torrente de atenazantes melodías que lleva por título “Deadsong”. La descarga de Before The Dawn fue corta, intensa, pero altamente satisfactoria, ya que tuvimos ocasión de presenciar el directo de una banda que sabe como encarar la brutalidad sin perder ni un ápice de intensidad y manteniendo intacto el buen gusto a la hora de tratar las melodías.



Varias han sido las incursiones que Wolfheart han realizado en los escenarios de nuestro país en los últimos años. Los que venimos siguiendo a la formación finlandesa hemos tenido ocasión de verles tanto en salas como en el marco de los festivales estivales, y aunque siempre se han mostrado como una formación sólida, compacta y solvente, lo cierto es que donde mejor se puede disfrutar su propuesta es en la cercanía e intimidad que proporcionan las salas. Con su flamante nuevo EP bajo el brazo, “Draconian Times II”, las huestes que lidera Thomas Saukkonen regresaban a los escenarios barceloneses para dejar patente que siguen siendo una máquina imparable y perfectamente engrasada a la hora de facturar death metal melódico.


Sí, por supuesto, Thoman Saukkonen fue el motor de la banda y sobre quién recayeron la gran mayoría de las miradas. Sin embargo estuvo perfectamente arropado por una banda que se mostró absolutamente implacable y cercana, bastante más que un líder que se dedicó a permanecer impasible ante su pie micro mientras el guitarrista Vagelis Karzis y, sobre todo, el bajista, Lauri Silvonen se encargaban de animar y espolear a un público que aunque comenzó algo frío se fue animando a medida que avanzaba el show, hasta el punto que durante el tramo final los pogos fueron constantes. 


Acompañados de una tétrica, y por momentos monumental, introducción los miembros de Wolfheart fueron tomando posiciones mientras su entrada era saludada con una salva de aplausos de manos de sus más fieles incondicionales. De forma potente, implacable, y con una precisión casi quirúrgica, la descarga arrancaba con una poderosa “Ancient Cold”, que caía a plomo sobre un público que quedó prácticamente petrificado con el abrupto sonido del aniquilador bajo de Lauri Silvonen. Por supuesto que entre tanta contundencia también tuvimos ocasión de disfrutar de esos desarrollos con tintes más melódicos que, de alguna forma, se han acabado convirtiendo en marca registrada de la “casa”. Así que durante los compases iniciales del show la banda nos brindó una primera gema del pasado en forma de una incontestable  y celebradísima “Ghosts Of Karelia”, que calentaba aún más los ánimos de una audiencia que parecía deseosa de caña e intensidad death metalera.


Como ya sucedió en anteriores ocasiones en las que un servidor ha tenido ocasión de ver en acción a Wolfheart, la banda dispuso para sus seguidores un show rotundo, sin fisuras, en el que todo estuvo medido y perfectamente controlado. De modo que tras unos acordes acústicos enlatados llegaba el momento de sumergirnos de lleno en ese desbocado torrente sonoro que lleva por título “Burning Sky”. Absolutamente impresionado por la respuesta del respetable el bajista comentó que hacía mucho tiempo que no veía tanto ambiente un lunes por la noche. Era pues un buen momento para empezar a desgranar algo de material de su más reciente EP, dando buena cuenta de la aniquiladora “Fires Of The Fallen”, en cuyas líneas vocales se alternaron los registros limpios de Silvonen y los desgarradores rugidos de un Tuomas cuyo registro fue ganando en potencia a medida que avanzaba el show.


Muchos fueron los momentos a lo largo de la velada en los que ambas formaciones nos propusieron pasajes cargados de épica metalera, pero sin duda uno de los más memorables y destacados fue “The King”. Con el personal cada vez más animado, y volcado con el cuarteto finlandés, el escenario quedaría teñido de rojo para ambientar otra de las que acostumbra a aparecer siempre en sus repertorios: “Zero Gravity”, que nos dejaba con un fantástico trabajo a cargo del guitarrista griego Vagelis Karzis, alternando la crudeza desgarradora de sus incisivos riffs con unos excelsos desarrollos solistas.


Tras pasar lista, e identificar a aquellos que eran debutantes en una de sus descargas, Wolfheart volverían a mirar a la más candente actualidad para presentar otra pieza de nuevo cuño como es “Carnivore”, que arrancaba de forma lúgubre y tétrica para posteriormente hacernos transitar por sus diferentes cambios de ritmo e intensidad plasmando la versatilidad de la propuesta de una banda que dejó al público aclamándoles. Tras unos segundos de tensa calma, y sin ninguna clase de presentación, el cuarteto volvería a darnos argumentos para ejercitar las cervicales con otro trallazo directo, certero e implacable como fue “Valkyrie”.


Acto seguido llegaría el punto de inflexión del show, ya que tras comentarnos Mr. Silvonen que su “jefe” le había pedido que montáramos un pogo frente al escenario el público enloqueció y se mostró totalmente desatado durante “Breakwater”, creando un ambiente y una intensidad que se mantuvieron durante el resto de la velada. “Cold Flame”, sirvió para volver a incidir sobre el material de “King Of The North” (22), haciendo que la locura se apoderara de las primeras primeras  filas  mientras la banda  se mantenía firme en su propósito de crear una infranqueable pared  sonora. Precedida de unas sugerente notas de piano, -que sonaron enlatadas-, arrancaba la oscura y desoladora “Grave”, que fue la elegida para poner el punto y seguido  al show.


Por supuesto, Wolfheart no podían marcharse dejando a sus incondicionales con la miel en los labios. De modo que antes de dar por finiquitado este nuevo asalto a los escenarios de la capital catalana Lauri Silvonen  todavía tuvo tiempo de anunciarnos que tocarían un par de temas más ante la algarabía de todos los presentes. El primero, el imprescindible “The Hunt”, que servía para que la banda volviera a mostrar músculo mientras sus fans más veteranos alzaban el puño al aire complacidos. Mientras que el epílogo para una descarga absolutamente intachable corrió por cuenta de  “The Hammer”.




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