domingo, 7 de octubre de 2012

CRISIX+ROTTEN NUTTES-SALAMANDRA-BCN-29-SEPT-2012





Los thrashers de Igualada Crisix, decidieron poner el punto y final a la gira de presentación de su exitoso disco  debut “The Menace”. Un trabajo que les ha servido para llevar su propuesta thrashera y festiva a todos los rincones de la península dentro del Kaiowas tour junto a The Eyes,  amén de varias incursiones en los festivales veraniegos y alguna excursión más allá de nuestras fronteras, no en vano, el quinteto ya consiguió descargar en el festival de Wacken, antes de editar su primer trabajo, ganando el prestigioso concurso de bandas organizado por el propio festival.

Para este concierto  fin de gira, el quinteto catalán había preparado un show especial, en el que además de dar cabida a su  repertorio más clásico e  incendiario,  iban a dejarnos degustar alguna de las nuevas composiciones, que formaran parte de su segundo trabajo, en el que actualmente están trabajando, y que a tenor de lo escuchado, promete seguir la misma línea contundente y abrasiva de su disco  debut. 

Como aperitivo, antes de la salida de los protagonistas de la noche, el cuarteto femenino Rotten Nuttes, eran las encargadas de calentar el ambiente con su rock n´roll festivo con pinceladas punkeras, con un sonido muy influenciado por bandas clásicas como The Ramones, Dead Boys o The Donnas. Si bien es cierto, que quizás, el público de Crisix, no era el más idóneo para la propuesta de Rotten Nuttes, lo cierto es que el cuarteto, consiguió amenizar la espera con unos temas rápidos y pegadizos, repletos de guitarrazos potentes y rabia roquera, unas composiciones directas, con mucha presencia de los estribillos, que hicieron pasar un rato entretenido y agradable a todos los presentes. Pese a que en un principio las chicas se mostraron  un poco tímidas sobre el escenario, lo cierto es que a medida que la actuación fue avanzando, con temas como “New Rose” y “Dear Dictator”, Rotten Nuttes se fueron entonando, mostrándose cada vez más cómodas y exhibiendo una gran actitud. Me llamo especialmente la atención que pese a ser su bajista Magda, sobre la que recaía la mayor parte de las labores de vocalista, todas ellas, cantaron uno u otro tema. Una de las canciones más destacadas de su actuación fue “Riot Girl”, con un estribillo rotundo y  contagioso que consiguió calar entre los asistentes.

Entrando en la parte final de su show,  nos topamos con cortes rabiosos y eléctricos como el explícito “Bastard” o el hímnico “Mac Generation” , además de regalarnos  un par de versiones, el conocido  hit de  Turbonegro “Get It On”, que consiguió arrancar una gran ráfaga de aplausos y un tema de las americanas L7,  con el que cerraron su corto pero intenso show.

Con el ambiente debidamente caldeado y  con unos minutos de adelanto sobre el horario, inicialmente previsto, empezaba a sonar “A.S.P.H.”, mientras se alzaba  la pantalla que ocultaba el escenario, donde los componentes de Crisix aguardaban de espaldas al respetable para dar inicio a la descarga con el primer latigazo de la noche, la feroz y vertiginosa “Dead By The Fistfull Of Death”, que fue la elegida para dar el pistoletazo de salida al vendaval sonoro que se nos  avecinaba. Potencia, velocidad y mucho metal, es lo que venían a ofrecernos el quinteto de Igualada y la reacción de los asistentes fue inmediata, con una avalancha veloz para copar las primeras filas, convirtiendo la pista, desde los instantes iniciales del concierto, en un auténtico campo de batalla. Estaba claro, viendo la reacción del personal, que la mayoría de los allí reunidos, no eran novatos en los conciertos de Crisix, cosa que no es de extrañar, ya que el quinteto suele arrastrar, a cada una de sus presentaciones en la capital catalana, a un buen número de fieles seguidores que apoyan y ayudan a dar colorido a cada una de sus actuaciones, es por ello, que al presentar Juli el segundo tema de la noche, el clásico “Spawn”, la gente reacciono de forma inmediata montando el primero, de los numerosos, “circle-pits” que se organizaron durante la velada. Si la fiesta en la pista era total, sobre el escenario los chicos de Crisix derrochaban vitalidad, transmitiendo energía a raudales, sin parar ni un momento de moverse por el escenario,  liderados por su vocalista, Juli , todo un showman, que con el paso del tiempo, y gracias a la experiencia acumulada, se ha convertido en un fantástico frontman, capaz de dirigir a su público desde el escenario.

Estaba claro que estábamos ante toda una celebración, en la que la adrenalina brotaba a borbotones desde el escenario para contagiarse a todos los presentes, así que Juli, no dudo en sacar su cámara para seguir las evoluciones de las primeras filas durante “Holy Punishment”, que nos ratificó la madurez y profesionalidad, que estos chicos, han ido adquiriendo a base de tocar en directo, quedando reflejado en el dominio que tienen del escenario, rebosando  desparpajo y descaro a la hora de sacar el máximo partido a sus instrumentos. Tal y como nos habían prometido, durante la velada se iban a suceder las sorpresas, y la primera en caer, fue la interpretación de una de sus nuevas composiciones, el tema todavía sin título, parece que va a seguir la senda iniciada con “The Menace”, aunque  me dio la impresión de que las baterías sonaban más profundas e intensas, además de que contenía un pequeño desarrollo instrumental algo más melódico, lo cierto es que pese a ser un tema desconocido para la mayoría de los presentes, la respuesta del público fue muy buena.

Después de un inicio arrollador y de poner a todo el mundo a botar con un tema nuevo, era evidente que la fiesta tenía que continuar con uno de los temas más cachondos y cañeros de “The Menace”, así que la siguiente en sonar fue “The Last Monkey”, que empezó con el jugueteo divertido de los riffs hardroqueros,  para acabar convirtiéndose en un vendaval sonoro, por el que  banda y  público se dejaron arrastrar, creando un ambiente festivo y desenfadado que culmino con Juli ametrallando el brutal estribillo, mientras teatralizaba el nombre de la canción  con la sala  viniéndose abajo. Durante unos escasos segundos, la calma pareció adueñarse del local, pero fue únicamente el tiempo necesario, para que Crisix intercambiasen sus instrumentos,  quedando Busi como vocalista para marcarse un divertido medley compuesto por el “Fucking Hostile” de Pantera y el “No Remorse” de Metallica, en el que el público se desgallito haciendo los coros, quizás no fuera la más técnica de las interpretaciones, pero lo cierto es que sirvió para demostrarnos,  que estos chicos saben pasárselo bien, contagiando a su público el buen rollo y la camaderia. Tras el pequeño momento de distensión, llegaba la hora  de ponerse serios, volviendo cada uno a sus ocupaciones habituales para  ofrecernos otra de sus nuevas composiciones, otra rotunda sucesión de riffs thrashicos y contundentes que me recordó ligeramente al material más reciente de los Municipal Waste.

Tampoco dejaron de lado su material más antiguo, así que para la ocasión decidieron rescatar una vieja composición “Mummified By Society”, que estaba incluida en su demo “Demonsthrashion”, que les abrió las puertas para tocar en el prestigioso festival de Wacken, un tema que no tocaban desde el año 2009 y que contó con una divertida puesta en escena, con invasión del escenario a cargo de unas cachondas y alocadas “momias” que se iban desmontando según bailaban.  Para el tramo final de la actuación recurrieron a su artillería más pesada, el genial y divertido “Brutal Gadget”, toda una descarga de adrenalina, con un final apoteósico con Juli haciendo sonar su maraca mientras la gente cantaba el cachondo final, el devastador “Electric Possession”, en el que el vocalista fue sentado y electrocutado sobre el escenario, para posteriormente resucitar y organizar un seguidísimo “Wall of Death” y como fin de fiesta, con invasión de escenario incluido, el rotundo y explícito “Ultra Thrash”, su tema más emblemático, que sonó como una auténtica bomba de relojería, haciendo temblar los cimientos de la sala con su potencia atronadora y la fuerza de unos coros increíbles a cargo de una audiencia que se dejó la voz cantando el estribillo.

Una hora y diez minutos de puro y autentico thrash metal cargado de velocidad, actitud y contundencia de  mano de una banda, que con su primer disco ha conseguido sentar las bases de su sonido, y que, con la futura edición de su segundo trabajo, tiene que conseguir consolidarse como una de las formaciones más importantes del thrash metal nacional,  además de intentar dar el salto a nivel europeo, siguiendo los pasos de sus amigos de Angelus Apatrida. Actitud, garra, técnica musical y buenos temas no les faltan, y por si esto no fuera suficiente, tienen detrás una base de fieles seguidores que hacen que cada uno de sus conciertos se convierta en una auténtica fiesta.




ALFONSO DIAZ

FOTOS:CARLOS OLIVER 



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