lunes, 8 de octubre de 2018

AVALANCH-RAZZMATAZZ 2-BCN-30-SEP-2018


La de esta noche de domingo era la última parada del “Hacia La Luz Tour”. Alberto Rionda y sus remozados Avalanch tenían una deuda pendiente con el público  de la capital catalana. De modo que esta noche la banda llegaba dispuesta a quitarse ese espinita contando para ello con la presencia de varios invitados especiales. Muchas ganas había entre sus seguidores de comprobar como sonaría en directo esa reunión de virtuosos que el guitarrista asturiano ha agrupado bajo el apelativo de All Star Band. La sala mediana del Razzmatazz acabó registrando una notable entrada, aunque no llegó a llenarse. La expectación podía palparse en el ambiente, con los más veteranos recordando y compartiendo viejos recuerdos, mientras los más jóvenes se procuraban un buen lugar en los aledaños del escenario.

Poco hay que comentar de la calidad de los músicos que ha reunido el maestro Rionda. Sin duda lo más llamativo y sorprendente es ese tándem rítmico internacional, con el avasallador y polifacético batería americano Mike Terrana y el bajista sueco Magnus Rosén. Pero es que el socio que se ha procurado Rionda para acompañarle en esta nueva etapa es nada más y nada menos que Jorge Salán. El último en incorporarse ha sido el teclista Manuel Ramil, quien se ha acoplado perfectamente a sus compañeros. Mientras que el encargado de poner la voz es Israel Ramos, quien cada vez se muestra más sólido y seguro en su papel como frontman.

Teniendo en cuenta el potencial, el talento y las tablas que atesora esta auténtica reunión de maestros, uno podría plantearse que son demasiados “gallos” para un gallinero. Pero lo cierto es que los actuales Avalanch funcionan como un auténtico colectivo, en el que todos y cada uno de sus miembros tiene su propia parcela de protagonismo, pero en el que todos reman en la misma dirección. No, a diferencia de lo que sucede con otros virtuosos de las seis cuerdas, Rionda no parece especialmente interesado en ejercer como indiscutible líder, aunque tampoco está dispuesto a renunciar al cariño y el reconocimiento que sin duda se merece.


Así que en el inicio del show el guitarrista asturiano apareció solo en escena, empuñando su icónica guitarra blanca, para darse el primer baño de masas mientras interpretaba “Santa Bárbara”. No tardó mucho en aparecer, hacia la mitad de la sala, una bandera asturiana que Rionda señaló justo antes de que sus acompañantes, uno a uno, fueran apareciendo sobre las tablas para tomar posiciones y abrir el tarro de las esencias con “Hacia La Luz” y  hacernos vibrar con la primera cabalgada power metalera de la velada “Tierra De Nadie”, con Rionda, Salán y Rosén agrupándose en un lateral del escenario mientras Isra alzaba su micrófono al aire invitándonos a cantar por primera vez.

Con los ecos de la primera ovación de la noche aún resonando nuestro viaje prosiguió con “El Ángel Caído”, con el vocalista mostrando todo su potencial en sus épicos agudos mientras en la parte trasera del escenario aparecía un inmaculado ángel que desplegó sus alas antes del intenso duelo que protagonizaron Rionda y Salán. Teniendo en cuenta que Isra jugaba en casa, el catalán tuvo que ejercer, aún más si cabe, como maestro de ceremonias. Así que tras pedir un caluroso aplauso para el mecenas del proyecto, nos hizo calentar la garganta invitándonos a  cantar a capela el estribillo del siguiente tema de la noche “Xana”, que provocaba el delirio entre unas primeras filas que a estas alturas de la noche estaban ya completamente rendidas.

Como no podía ser de otra forma no faltó  la deliciosa “Corazón Negro”, el personal homenaje del guitarrista a su tierra. Precisamente, fue hacia la mitad del tema cuando pudimos comprobar el buen rollo y la camaradería entre los miembros de la banda, ya que en medio del solo de Salán Rionda se aproximó para bajarle el volumen de la guitarra, dando paso a un brillante pique entre ambos hachas.

Acto seguido el propio Salán se encargaría de tomar el centro del escenario para dar el pistoletazo de salida a “Delirios De Grandeza”, que nos dejaba otra soberbia interpretación de un Isra que se mostró pletórico a lo largo de todo el show. Y es que resulta incuestionable la seguridad y presencia escénica que ha ganado el vocalista  desde que un servidor lo viera por primera vez al frente de Alquimia. Así que no dudó en sentarse sobre uno de los monitores para conceder más dramatismo e intensidad a la interpretación de  “Antojo De Un Dios”, que fue culminado con otra demostración de elegancia y feeling de Jorge Salán.


A continuación llegó el momento de lucimiento para Mike Terrana, haciendo las delicias de todos sus seguidores con su contundente y vistosa forma de tocar la batería. Mientras el percusionista saludaba a las primeras filas, Rionda apareció en escena para lanzarle un cocodrilo hinchable que acabó nadando entre el público. Aunque el concierto no había llegado ni tan siquiera a su ecuador, la banda aprovechó este pequeño parón para celebrar el fin de gira brindando con una buena copa de cava. El breve paréntesis se saldó con un guiño al clásico de Queen “Another One Bites The Dust”, que sirvió como preámbulo para la pieza que muchos estábamos esperando: “Las Ruinas Del Edén”, todo un derroche de contundencia, elegancia, y épica metalera que contó nuevamente con la aparición del Ángel en su apoteósica recta final.

Así, de forma majestuosa y acompañados de los cánticos del respetable, los músicos se retiraron por primera vez a los camerinos. No tardaron mucho en regresar a escena Rionda e Isra para tomar asiento en sendos taburetes y deleitarnos con un pequeño set acústico que incluyó “El Príncipe Feliz” y la desgarradora “Cambaral”. El maestro de las Teclas, Manuel Ramil, tomaría el testigo de Rionda para ofrecernos junto al vocalista una emotiva versión de “Vientos Del Sur”, que se zanjaba con Isra y el público entonando a capela el tema para firmar uno de los momentos de la noche.

No fue ninguna sorpresa, ya que tanto la banda como los organizadores habían anunciado a través de las redes sociales que esta noche Avalanch contarían con la presencia de varios invitados. La primera en sumarse a la fiesta fue Carmen Xina, de Oker, que dio la réplica a Isra durante “Papel Roto”. Sin concedernos ni un segundo de tregua Ramil abandonaba su posición tras los teclados para empuñar un keytar y apoyar en La voces durante “Alas De Cristal”. El siguiente en tomar el timón de la nave asturiana fue Magnus Rosén, quien entretuvo al personal con sus poses y acrobacias a la hora de atacar las cuerdas de su bajo.

Para encarar la recta final del show Avalanch invitaron a sumarse a la fiesta a Toni Sánchez y Pedro Guijarro, guitarrista y vocalista de Regresión, para interpretar “Lucero”, que nos dejaba la estampa de ambos vocalistas interpretando parte del tema desde el foso mientras la tripleta de hachas hacía subir la temperatura entre las primeras filas. El último asalto y la despedida definitiva para esta primera gira de estos Avalanch All Star Band estuvo reservado para uno de los temas más potentes y emblemáticos: “Torquemada”, que desataba la locura con su épica cabalgada permitiendo a los músicos cerrar la velada por todo lo alto.

Tardaron en llegar a la Ciudad Condal, pero la espera mereció la pena. Con Alberto Rionda como capitán general Avalanch ofrecieron un concierto a la medida de sus seguidores, descargando gran parte del material del mítico “El Ángel Caído”, para posteriormente  en un ambiente más relajado y distendido hacer algún guiño al material de “Llanto De Un Héroe” y recordar un par de temas de la etapa junto a Ramón Lagé.



TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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