Teniendo en cuenta la incertidumbre que rodea actualmente la industria
discográfica que hace cada vez más difícil que las bandas jovenes subsistan únicamente
con la venta de discos, el trío
canadiense Cauldron se han convertido en representantes de una
generación de músicos que han optado por convertir la carretera en su hábitat
natural. Para este elenco de bandas no es prioritario el hecho de tener un
nuevo plástico que presentar en cada una de sus visitas, sino, simplemente,
conseguir reunir a un puñado de fieles
seguidores dispuestos a apoyarles y pasar un buen rato con ellos.